Cavilaciones

Silencio...
Nada mas placentero.
Lástima que poco se pueda disfrutar de él. El lejano ruido de máquinas que cortan y sueldan fierros irrumpe en la tranquilidad del campus.
Estoy sentada fuera del edificio de la Federación de Estudiantes. Sola. Al alero de un frondoso árbol, mientras el tibio sol de medio día calienta mis fríos pies.
Unos pocos autos pasan frente a mi. Estudiantes de diversas carreras y niveles pasan riendo conversando y exclamando sin siquiera notar que ahí estoy. Excepto los mechones.
La mayoria de Veterinaria -con caras inocentes pese a su edad- caminan en grupos de cercanos que serán sus nuevos amigos. O tal vez no.
Me miran como si fuese una mas de ellos. No se si será por mi tierno rostro infantil o por el escote de la polera.
Miran curiosos a tan singular individuo.
Les preguntan sobre la facultad de Derecho y no tienen ni la más remota idea de donde está. Yo solo los miro con una maliciosa sonrisa en la mente. Los oigo hablar de la tarea de Biología y se aprobleman inútilmente. JA! si supieran.
También oigo unos comentarios de un inocente que quedó maravillado con el conocimiento del Profesor de Matemáticas. Ese hombre no es mas que un charlatán que esta anclado en su puesto solo por ser pariente del Decano.
Que ternuritas. El 1º día de clases llegaron todos ataviados con sus mejores galas. Sus caras fuero un poema de terror puro ya que ese mismo día, los sometieron al mechoneo.

Unas jovenes estacionan su auto frente a mi. Me miran como si fuese alguien inferior.
Que graciosa situacion...Las mechonas se visten como si los pasillos de la Universidad fueran una pasarela en la que compiten a ver quien usa las cosas más caras los tacos más altos o quien logra robarle más miradas a los varones de cursos superiores.
Presumen de donde vienen, de lo que tienen y de lo que quieren. Con lo mayores que son, me soprende que no sepan -o no entiendan- que eso, aqui, no sirve.
JA! siguen mirandome como si fuese una loba antisocial y amargada. Son de mi edad e incluso, mayores que yo.
Tan pequeña e insignificante me veré que nadie se le ocurre pensar que ya soy de 3º año? Esto de ser la hija perdida de Dorian Gray sirve y mucho.

El pasar desapercibida, muchas veces, es entretenido. Los miro, los escaneo y nadie se da cuenta. les cuento los lunares del rostro, veo cuantas veces son capaces de repetir un tic. Los intimido y no se atreven a levantar la mirada.
Por otro lado, no lo es tanto. Muchas veces puedo faltar y nadie se da cuenta de que no estoy.
A menos que quieran algo de mi.
Ellos pueden no estar y yo debo prescindir de ellos. pero si no estoy, ellos no prescinden de mi. Es algo bastante molesto.
Soy tan insignificante y tan necesaria a la vez. Me siento poderosa. Aquellos que se creen todo, dependen de un simple insecto como yo.
Seré muy tonta acaso, por no pedir nada a cambio? Tal vez, el servir como una criada y dejar que exista gente que depende de mi es lo unico que me da una figura de autoridad. O solo soy una boba.

Ese enorme deseo de ir donde nadie me moleste y donde pueda ser feliz con alguien que me quiera de verdad, quizá nunca se cumpla.
Siento que estoy destinada a quedarme sola y controlar la mente de la gente mediante una sonrisa tierna y una sumisa forma de ser.

Es eso o quedarme sola y mostrar al verdadero monstruo que soy.